21 de marzo de 2013

Benito Juárez, un hombre de causas.


“En nombre de la patria agradecida, tributo el más alto reconocimiento a los buenos mexicanos que la han defendido, y a sus dignos caudillos. El triunfo de la patria, que ha sido el objeto de sus nobles aspiraciones, será siempre su mayor título de gloria y el mejor premio de sus heroicos esfuerzos.” Benito Juárez
Hoy, 21 de marzo, los priistas conmemoramos el natalicio de un prestigiado político mexicano, Benito Juárez quien se caracterizó por una constante preocupación por la realidad social que vivía nuestro país y, en particular, por la situación que vivían los campesinos.
En 1831 fue elegido regidor del ayuntamiento de Oaxaca, más tarde diputado del Congreso de su estado, diputado por Oaxaca ante el Congreso de la Unión, y en 1847 fue designado gobernador de su estado natal.
Después de un destierro de casi tres años por la llegada de Santa Anna al poder, regresó a México y fue nombrado por Juan Álvarez, Ministro de Justicia e Instrucción Pública (1855), cargo desde el cual expidió la conocida “Ley Juárez” con la que fueron abolidos los fueros y privilegios que tenían los militares y el clero.
Promulgó en su estado la Constitución de 1857 y fue nombrado ministro de Gobernación; posteriormente, presidente de la Suprema Corte de Justicia durante el gobierno del presidente Comonfort, quien más tarde desconoce esta misma Constitución y al  dar un golpe de Estado encarceló a Juárez, desencadenando con ello la Guerra de Reforma.
Al ser liberado, asumió la presidencia en Guanajuato por ministerio de ley y con apoyo del grupo liberal, expidió las Leyes de Reforma (1859), que declaraban la independencia del Estado respecto de la Iglesia, la ley sobre matrimonio civil y sobre registro civil; la de panteones y cementerios, y el paso de los bienes de la Iglesia a la nación.
Para 1861, ya concluida la Guerra de Reforma, fue electo constitucionalmente para continuar en la Presidencia, de ese momento histórico destaca un decreto en el que suspende el pago de la deuda externa, provocando con ello la reacción de Francia; se vio obligado a ejercer su gobierno desde varios puntos fuera de la ciudad capital y al terminar la intervención francesa, regresó a la ciudad; fue reelegido, pero una enfermedad le impidió continuar su gobierno, y falleció en 1872.
Hoy, recordamos a Benito Juárez no sólo por su natalicio, también por su trayectoria, y sobre todo por sus causas, por esa lucha constante para defender el bienestar y la prosperidad de la nación.
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